Confianza absoluta, es la llamada que nos realiza la fe día tras día de nuestra vida. Sabemos de la dificultad que entraña en los tiempos que vivimos fiarnos de los demás, poner toda nuestra confianza en las personas que nos rodean. Hay muchas personas que dicen que hay secretos que no se cuentan a nadie, ni a los más íntimos. Preferimos guardarnos bien nuestras intimidades porque así nadie nos puede traicionar. Es como si nuestro corazón albergara dudas sobre la fidelidad de los que están a nuestro lado, pues su reserva no es del todo fiable al cien por cien. Actitudes así, son las que ayudan a que sigamos sembrando el mal a nuestro alrededor, porque estamos poniendo límites a la bondad, tanto la de los que nos rodean como la nuestra propia. Un brote de desconfianza se va haciendo, paso a paso, presente en nuestra vida y va cobrando fuerza con las experiencias, desencantos y decepciones que se nos van presentando. No podemos convertir nuestra vida en formalismos y costumbres sin vida. La capacidad de sorprendernos por lo que nos acontece, viviéndolo desde la presencia de Dios, es lo que nos ha de convertir en seres especiales. No porque nosotros nos lo creamos así e hinchemos cada día nuestro ego, sino porque desde la presencia de Dios y la puesta en práctica de la Palabra de Dios vamos descubriendo la felicidad y la plenitud en cada cosa que realizamos y con cada persona con la que nos encontramos.
Month: agosto 2019
Generosidad de corazón y de fe
La generosidad es una virtud que nos enriquece, no sólo porque cuando hacemos las cosas de corazón sin esperan nada a cambio, recibimos mucho más de lo que damos, sino porque somos capaces de renunciar a nosotros mismos dando lo mejor de nosotros mismos por amor. Como siempre necesitamos imágenes, utilizamos el amor de los padres hacia los hijos, una generosidad ilimitada, que nace del corazón. Así es el amor que Dios nos regala cada día, generoso y lleno de vida, para que también la entreguemos siguiendo su ejemplo. Quien es generoso de corazón, tiende siempre a ponerse en el lugar del otro para poder comprenderlo, aceptarlo y amarlo tal y como es. También tiene la virtud de defenderlo cuando los demás lo juzgan a la espalda. Al conocer a personas así, te sientes atraídos por ellas porque su bondad te engancha y te admira. Todo lo que te transmite es bueno. Además, quien es generoso de corazón es también generoso a la hora de perdonar, no por sus méritos, sino por la acción de Dios en su vida.
El regalo de Santiago – Camino de Santiago (IX)
Enorme última etapa la vivida entre Pedrouzo y Santiago de Compostela. Comenzó más temprano que de costumbre, con la idea de llegar a los pies de Santiago antes de mediodía y poder participar en la misa del peregrino en la Iglesia de San Francisco. La ilusión era grande, pero al comienzo de la etapa las sensaciones no eran buenas. Algo que me extrañó, porque el día anterior fue el mejor día que caminé. La presión de llegar, el no haber descansado todo lo que me gustaría… eran pensamientos que martilleaban mi cabeza y me agobiaban un poco, porque se escapaban de mi control.
Contemplar a tu alrededor – Camino de Santiago (VII y VIII)
Quiero compartir con vosotros una hermosa experiencia que me ha llegado por whatsapp sobre el Camino de Santiago sobre el post del sábado. Gracias hermana de antemano por abrir tu corazón y compartir. El Señor te bendiga.
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Caminando con dolor – Camino de Santiago (VI)
Amaneció en Portomarín en una etapa con miedos e incertidumbres, pensando si sería capaz o no de aguantar. Un fuerte dolor en los cuádriceps, especialmente en la pierna derecha, me hacía dudar de mi capacidad de resistir toda la etapa. Al principio pensaba que con calentar la comenzar a andar, se me quitaría el dolor; de hecho nada más salir de Portomarín y subir la primera cuesta (larga, por cierto), las sensaciones eran buenas y eso me ha tranquilizado. Al llegar al camino llano y las primeras bajadas el dolor se ha ido haciendo más agudo, y el miedo al abandono se ha hecho más grande. He bajado el ritmo, pensando en no forzar demasiado y en llegar cuanto antes a Palas de Reí. Así he caminado los veinticinco kilómetros.
Lo que te rodea – Camino de Santiago (V)
La etapa a Portomarin ha sido una etapa tranquila y suave, salvo las bajadas que han añadido una tensión a las piernas, pero nada que un buen descanso no pueda reparar. La climatología ha acompañado desde la salida de Sarria, por la niebla en primer lugar, y, después, por las nubes que han mantenido una temperatura ideal para caminar. Pero me quiero centrar en la niebla y en no poder contemplar la belleza del paisaje más allá de cincuenta metros, porque esto me ha hecho reflexionar sobre varias cosas.
Alerta – Camino de Santiago (IV)
Qué fácil es relajarse y dejarse llevar por la euforia de conseguir y superar retos. El Camino rápidamente te devuelve a la realidad y a su dureza. Como ocurre en la vida. El mundo en el que vivimos también nos devuelve rápidamente a la realidad, especialmente cuando nos dejamos llevar por la satisfacción y la alegría de pensar que las cosas marchan viento en popa. Es necesario estar alerta, porque la marcha es exigente y tienes que seguir dando lo mejor de ti. No te descuides ni te abandones, porque si no lo andado hasta este momento no sirve de mucho. Es cierto que te ayuda a coger más experiencia, pero también es quedarte a medias en el objetivo. No seas duro contigo mismo, ten compasión de ti y trátate con misericordia también. Se fiel a la teoría, igual que debes ser fiel a la Palabra de Dios, que va marcando y dando sentido a tu vida, a tu día a día. Que sea tu fuente de inspiración, la fuerza que te impulse a seguir caminando y a seguir siendo especial y único.