CUARESMA 5 – Jesús celebra la Pascua.
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OBJETIVOS
- Jesús instituyó la Eucaristía, el día antes de morir, mientras celebraba la Pascua con los Apóstoles.
- En la Última Cena Jesús lava los pies a sus discípulos, como expresión de amor y de servicio.
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DESARROLLO
PRIMER MOMENTO
RUTINA
- Oración en la Iglesia.
SEGUNDO MOMENTO
- REUNIÓN POR GRUPOS: Jesús celebra la Pascua.
- MOTIVACIÓN: Explicamos a los niños porqué Jesús celebró la Pascua con los Apóstoles.
- Recuerdo de la liberación de Egipto del pueblo de Israel por parte de Dios y guiados por Moisés.
- Todos los años los judíos celebran la Pascua, la primera luna llena de primavera (14 de nisán).
- Jesús en la Última Cena instituye la Eucaristía:
- Tomad y comed este es mi Cuerpo.
- Tomad y comed esta es mi Sangre.
- Lava los pies a sus discípulos: Ante la incomprensión de estos, Jesús les dice que nos tenemos que servir unos a otros, y Él comienza predicando con el ejemplo.
- Explicamos a los niños las páginas 62 y 63 del Catecismo.
- MILAGRO DE JESÚS: EL GIGANTE COMENUBES.
Sopo era un gigante enorme, el más grande que haya habido nunca. Podía beberse un río hasta dejarlo seco, o tomar como ensalada todo un bosque. Y sin duda, su golosina preferida eran las nubes del cielo, frescas y esponjosas, de las que llegaba a comerse tantas que casi siempre acababa empachado, con tales dolores de barriga que terminaba por llorar, provocando entonces grandes riadas e inundaciones.
Sopo vivía tranquilo y a su aire, sin miedo de nada ni nadie, yendo y viniendo por donde quería. Pero a pesar de eso no era feliz: no tenía ni un solo amigo. Y es que cada vez que el gigante visitaba un país, todo eran problemas: con las nubes que comía Sopo desaparecían las lluvias para los campos, y con sus empachos y sus llantos todo se inundaba, por no hablar de todos los bosques y granjas que llegaba a vaciar… En fin, que al verle todos huían aterrados, y nunca consiguió Sopo compartir un ratito con nadie.
Una noche, al verle llorar, varias estrellas se acercaron para preguntarle la razón de su tristeza. Al escuchar su historia, comentaron:
– Pobre gigante. No sabe buscar amigos. Pues la Tierra es el planeta más especial que existe, y está lleno de amigos de todas las clases.
– Pero, ¿dónde se pueden buscar amigos? ¿cómo se hace eso? – replicó el gigante.
– Echándoles una mano o haciendo cualquier cosa por ellos. Eso es lo que hacen los amigos, ¿es que no lo sabes? – respondieron divertidas.
– Vaya- suspiró Sopo- pues no se me ocurre nada ¿Vosotras qué hicisteis para conseguir amigos?
– Aprendimos a mostrar el camino en la noche y servimos de guía a muchos navegantes. Son unos amigos estupendos, que nos cuentan historias y nos hacen compañía cada noche.
Así, el gigante y las estrellas siguieron charlando un rato, y durante los días siguientes Sopo no pensó en otra cosa que no fuera en encontrar una forma de buscar amigos. Pero no veía el modo de conseguirlo. Algunos días después, fue a pedirle ayuda a la Luna. Ésta, vieja y sabia, le respondió:
– No sabrás cómo hacer algo por alguien hasta que lo conozcas bien ¿Qué sabes de esos que quieres que sean tus amigos?
Sopo se quedó pensativo, porque realmente apenas sabía nada de los hombres. Eran tan pequeños que nunca se había preocupado.
Entonces se propuso averiguarlo todo, y dedicó largos días a observar las diminutas vidas de la gente. Y así fue como descubrió por qué todos huían al verle, y se enteró de las sequías que causaban sus comilonas de nubes, y de las inundaciones que provocaban sus llantos, y de mil cosas más que lo llenaron de pena y alegría.
Aquella noche, el gigante corrió a saludar a las estrellas.
– Ya sé cómo buscaré amigos… ¡¡comiendo y llorando!!
Y así fue. Desde aquel día Sopo vigilaba los cielos para, allí donde se preparaban enormes tormentas, darse un buen atracón de nubes; y luego marchaba a llorar un rato allá donde veía que faltaba el agua. En muy poco tiempo, Sopo pasó de ser lo peor que podia ocurrirle a un país, a convertirse en una bendición para todo el mundo, y ya nunca faltó un buen amigo que quisiera dedicarle un ratito, escucharle o hacerle un favor.
- Reflexión:
- ¿Qué le pasó a Sopo?
- ¿Por qué nadie quería a Sopo?
- ¿Por qué Sopo no tenía amigos?
- ¿Cómo se sentía Sopo?
- ¿A quién pidió ayuda?
- ¿Qué consejo le dio la Luna?
- ¿Qué hizo Sopo?
- ¿Cómo le cambió la vida?
- ¿Qué pensaban al final los hombres de Sopo?
- EXPLICACIÓN DE LA ÚLTIMA CENA
- En la Última Cena Jesús nos enseña cómo entregarnos a los demás. Dándonos siempre.
- En la Última Cena Jesús dice a sus discípulos que uno de ellos le va a traicionar, ¿quién?
- Contamos todo lo que le ocurrió a Jesús con Judas.
- Pero Jesús perdonó a Judas y nos enseña a perdonar desde la Cruz.
- Un ejemplo del perdón es la Parábola del Hijo Pródigo.
- Lucas 15, 11-32
Y el Maestro narró otra parábola. “Un hombre tenía dos hijos. El menor pidió la propiedad que le correspondía y el padre repartió la herencia. El hijo menor viajó a un país lejano y lo gastó todo. Llegó la escasez y, en la miseria, trabajó criando cerdos.
“Arrepentido -siguió Jesús-, decidió volver donde su padre, trabajar para él. Y, al verlo, el padre le tuvo compasión. Ya juntos, el hijo suplicó: Padre, pequé contra Dios y contra ti, no merezco ser tu hijo. Pero el viejo, feliz, lo vistió, preparó un banquete y organizó una fiesta. El hijo mayor, al volver del campo, le reprochó agasajar a quien gastó su dinero en prostitutas. Y el padre le dijo: Tú lo tienes todo de mí, pero ahora debemos estar felices, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida”
- ORACIÓN Y PROPÓSITO:
Señor ayúdame a perdonar siempre.
Dame Señor un corazón bueno.