SESIÓN 13 (Belén)

La Estrella de lo cotidiano

  • Objetivos:

    • Descubrir que la presencia de Dios en lo cotidiano es lo que nos permite integrar la fe y la vida.

  • Desarrollo:

  • Introducción:

    • Lo que pretendemos es Descubrir la presencia de Dios en lo cotidiano. Es lo que nos permite integrar la fe y la vida. Muchas veces nos sentimos solos, cansados, no le encontramos sentido al día.
  • Dinámica: La estrella de lo cotidiano:

Introduciremos a los niños en un mundo imaginario. Para ello, pondremos música de fondo en el enlace:

Les contaremos la siguiente historia. (Podríamos hacer que los niños se sienten en el suelo observando el video).

Cuento: “La estrella de lo cotidiano”

En la vida nos sentimos cansados, solos, sin ganas de hacer nada, aburridos sin encontrar sentido al día. ¿Cómo podríamos cambiar esto? Es muy sencillo, vamos a cambiarlo como lo hacían los viejos marineros, mirando la ESTRELLA DEL RUMBO, y aunque estemos a pleno sol, porque las estrellas sólo salen por la noche, descubriremos que realmente existen.

Antiguamente los marineros se orientaban a través de las estrellas. Ellas eran la mejor brújula en medio de la noche solitaria del océano. Pero era necesario que supieran identificar correctamente cada constelación. Entonces sus pequeños o grandes barcos no sólo se ponían en contacto con el agua, también navegaban por el cielo.

Aquellos navegantes retomaban el sentido del camino a través de lo que siempre veían en sus vidas, las estrellas. Así, nosotros no podemos prescindir de lo constante, de lo cotidiano, de lo de siempre, del amor de Dios, que no deja de darnos signos sensibles de su cariño y su amor. Él llena de sentido nuevo lo que a veces nos resulta rutinario o vacío.

  • Desarrollo de la actividad:
    • Cada participante recibirá una estrella de papel en la que tendrá que completar los siguientes ítems:
    • Enumerar las actividades de la semana.
    • Describir cuáles fueron las más significativas y por qué.
    • Tomar en cuenta las personas con las que compartimos esas actividades, sus actitudes, testimonios, huellas en nosotros.
    • Daremos un tiempo para este trabajo personal (pondremos de fondo la música anterior)
    • Una vez terminado el tiempo, cada participante compartirá una de las actividades significativas de la semana. El resto lo ayudará a ver signos de Dios en ella. Para ello, ayudaremos a crear un ambiente de debate.
    • Terminada la puesta en común, cada participante escribirá en el reverso de su estrella aquella señal más clara de la presencia de Dios. Les sugeriremos que esa estrella sea colocada en algún lugar recurrente durante las actividades diarias: la agenda, una carpeta, algún lugar de la casa, etc.
  • Dinámica: Cada palabra en su lugar:

    • Daremos a cada integrante del grupo palabras escritas en diferentes trozos de papel.
    • El objetivo de la actividad es que el grupo construya una frase, pero no se puede hablar, no se pueden hacer gestos, no pueden pedir las palabras de los demás. Deberán ir colocándolas en el suelo y moverlas según vayan viendo.
    • La frase es:
    • “DE MANO DE DIOS SIEMPRE OBTENDREMOS LA DIRECCION CORRECTA”.
  • La Palabra de Dios nos habla:

Del Evangelio según san Mateo (Mt 2, 1-10).

“Desde el Oriente unos magos ven la estrella. Esos hombres, estudiosos de los astros, no sospechaban la revelación que se les regalaría en Belén. Sin embargo, se encaminaron hacia allí porque eran personas habituadas a descubrir signos y a relacionarlos con su propia vida”.

Palabra de Dios.

  • Reflexionamos con ellos:
    • A veces le atribuimos a Dios una sordera y una mudez que no posee, por el contrario, nuestra vida está poblada de su presencia que dice y escribe con el trazo de los acontecimientos cotidianos.
  • ORACIÓN: Todo lo que Él hace es bello.

Dios mío, amo ver llegar la tarde,

Mirar al sol corriendo a ocultarse,

Cediendo el paso a la oscura noche,

Invitando a las estrellas a jugar.

Todo lo que has creado es bello,

Como tú, hermoso el universo.

Como tú, maravillosas son tus obras.

Bello también es mi destino,

Rodeado de tu bondad es

mi camino. Y mi mañana será

también bello a tu manera,

Y aunque a mí no me guste,

aunque mi voluntad no quiera,

Aceptaré lo que me des,

lo que de ti venga. Porque tú me amas,

porque confío en ti, porque tú eres bello.

AMÉN.

  • PADRE NUESTRO

 

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