SESIÓN 16 – TIEMPO ORDINARIO
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OBJETIVOS
- Dios Padre nos comunica la Buena Noticia de la Salvación por medio de Jesús, su Hijo.
- El centro de la Buena Noticia es el anuncio de que Dios es nuestro Padre. Él nos ama y quiere hacer un mundo nuevo: su Reino.
- Quien cree esta Buena Noticia sabe que está en manos de Dios Padre y trata a todos los hombres como hermanos.
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DESARROLLO
PRIMER MOMENTO
- Oración en la Capilla
SEGUNDO MOMENTO
- Reunión por grupos
Enseñamos y comentamos con los niños el dibujo del Catecismo. (pág. 47).
- Observamos el dibujo:
- ¿Qué vemos?
- Dejad que los niños se expresen
El dibujo nos recuerda unos momentos de la vida de Jesús, según el Evangelio de Lucas. Se refiere a la multiplicación de los panes y los peces. (Lc 9, 10-17).
- Leemos la cita bíblica que tenemos en la página 47 del Catecismo y la comentamos con los niños:
- Dios nos quiere sencillos y humildes porque solo así entenderemos mucho mejor y comprenderemos lo que Dios nos dice.
- Comentamos y explicamos los párrafos del tema (pg 46 y 47).
CUENTO: La brujita dulce.
Había una vez una brujita muy especial, porque era una brujita buena, pero no tenía ni idea de cómo ser buena. Desde pequeñita había aguantado las regañinas de las brujas, que le decían que tenía que ser mala como todas, y había sufrido mucho porque no quería serlo. Todos sus hechizos eran un fracaso, y además, no encontraba nadie que quisiera enseñarle a ser buena, así que casi siempre estaba triste.
Un día se enteró de que las brujas viejas planeaban hechizar una gran montaña y convertirla en volcán para arrasar un pequeño pueblo. La brujita buena pensó en evitar aquella maldad, pero no sabía cómo y en cuanto se acercó al pueblo tratando de avisar a la gente, todos se echaron a la calle y la ahuyentaron tirando piedras al grito de “¡¡largo de aquí, bruja!!”. La brujita huyó del lugar corriendo, y se sentó a llorar junto al camino.
Al poco llegaron unos niños, que al verla llorar trataron de consolarla. Ella les contó que era una bruja buena, pero que no sabía cómo serlo, y que todo el mundo la trataba mal. Entonces los niños le contaron que ser bueno era muy fácil, que lo único que había que hacer era ayudar a los demás y hacer cosas por ellos.
– ¿Y qué puedo hacer por vosotros? – dijo la bruja.
– ¡Podías darnos unos caramelos!, le dijeron alegres.
La bruja se apenó mucho, porque no llevaba caramelos y no sabía ningún hechizo, pero los niños no le dieron importancia, y enseguida se fueron jugando. La brujita, animada, volvió a su cueva dispuesta a ayudar a todo el mundo, pero cuando iba de camino encontró a las brujas viejas hechizando la montaña, que ya se había convertido en un enorme volcán y empezaba a escupir fuego. Quería evitarlo, pero no sabía cómo, y entonces le vinieron a la cabeza un montón de palabras mágicas, y cuando quiso darse cuenta, el fuego se convirtió en caramelos, y la montaña escupía una gran lluvia de caramelos y dulces que cayó sobre el pueblo.
Así fue como la brujita aprendió a ser buena, deseando de verdad ayudar a los demás.
Los niños se dieron cuenta de que aquello había sido gracias a ella, se lo contaron a todo el mundo, y a partir de aquel día nadie más en el pueblo la consideró una bruja mala. Se hizo amiga de todo el mundo ayudando siempre a todos, y en recuerdo de su primer hechizo, desde entonces la llamaron La Brujita Dulce.
- Comentario del cuento:
- ¿Qué le pasaba a la brujita buena? ¿Por qué la rechazaban las demás brujas?
- ¿Qué sentimiento tenían las brujas? ¿Y la brujita?
- ¿Quiénes dan la pista a la brujita para saber cómo tiene que actuar?
- ¿Y a nosotros quienes nos ayudan siempre?
- ¿Qué nos dice Jesús siempre con sus palabras en los evangelios?
- ¿Cómo ayuda Jesús a los demás? ¿Y a nosotros?
- Repasamos los X Mandamientos y aprendemos el Credo Apostólico de la página 153.
- Padre Nuestro.