Todos los santos
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Objetivos:
- Dios quiere que todos seamos santos.
- Jesús nos propone un camino de vida y de felicidad que nos ayudará a llegar a la santidad, aunque sabemos que no es un camino fácil.
- Explicar a los niños qué es la “Comunión de los Santos” que rezamos en el Credo.
PARA EL ANIMADOR SOBRE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
- La Iglesia es “comunión de los santos”: esta expresión designa primeramente las “cosas santas” (sancta), y ante todo la Eucaristía, “que significa y al mismo tiempo realiza la unidad de los creyentes, que forman un solo cuerpo en Cristo” (LG3). (CIC 960).
- Este término designa también la comunión entre las “personas santas” (sancti) en Cristo que ha “muerto por todos”, de modo que lo que cada uno hace o sufre en y por Cristo da fruto para todos. (CIC 961).
- “Creemos en la comunión de todos los fieles cristianos, es decir, de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia; y creemos igualmente que en esa comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre ofrecen oídos atentos a nuestras oraciones” (Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 30). (CIC 962).
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Desarrollo:
DINÁMICA: El baúl de las cualidades
- Les damos a los niños unas tiras de papel en el que cada uno escribirá cuáles son sus mejores cualidades y dones que tienen.
- Después mezclaremos todos y daremos a cada uno dos, da igual si le toca el suyo o no.
- Cada chico se pone detrás las dos tiras (como la pelea de pañuelos) y el juego consiste en coger a los demás sus valores y procurar que no te quiten ninguno de los que tú tienes.
- REFLEXIÓN: Vivir y obtener los valores y cualidades de cada uno cuesta esfuerzo.
- Quitarlos: Para obtener los valores que tienen los otros hemos tenido que buscarnos las mañas y la estrategia para obtenerlos. Así ocurre con la vida misma, tenemos que ser constantes en el esfuerzo para conseguirlos.
- Perderlos: Hemos tenido que defendernos y estar muy atentos para que ningún compañero nos los quite, los hemos protegido con todas nuestras fuerzas. Lo mismo ocurre con todas las cualidades, dones, valores que tenemos. Tenemos que defenderlos con todas nuestras propias fuerzas para no perderlos.
- Vemos los valores y cualidades que cada uno ha conseguido y comentamos cómo se han sentido y cuáles de todas las cualidades y valores de los que han aparecido o no les gustaría tener a cada uno.
CUENTO: “Qué es un santo?
“Un día en un grupo de catequesis, la catequista preguntó a uno de los niños que estaba distraído:
- Danielito, ¿qué es un santo?
Danielito, se vio pillado por sorpresa y no sabía que responder; solo se le venían a la cabeza las imágenes de las vidrieras que adornaban la iglesia de la parroquia y donde aparecían muchos y diferentes santos. Pensando en esas vidrieras Danielito solo pudo balbucear:
- Un santo es una persona grande, frágil y que deja pasar la luz.
La catequista quedó admirada por la respuesta y felicitó a Danielito. Ciertamente eso es un santo. Una persona:
- grande: grande delante de Dios y delante de los hombres. Una persona que sabe hacer, de las cosas sencillas, cosas importantes. Una persona que sabe escuchar, que sabe servir, que sabe sonreír, que sabe consolar… Una persona normal pero que no quiere quedarse en la mediocridad, sino que quiere que su vida sea plenamente feliz.
- frágil: como las vidrieras de cristal los santos de verdad también son frágiles, se rompen. Son y se saben pecadores. Ser santo no significa que no caigan, que no pecan, que no se equivoquen… sino que significa que son capaces de reconocer su debilidad. No se fían de ellos mismos, sino que ponen toda su confianza en el amor misericordioso de Dios.
- dejan pasar la luz: un santo es alguien que lleva a Dios dentro y se nota. Dios se desborda por cada poro de su piel, por cada momento de su vida. El santo sabe que el importante no es él, sino Dios, y deja que Dios le pase, deja que Dios le traspase en su familia, en sus amigos, en su vida…”
Tenía razón Danielito. Un santo es una persona grande, frágil y que deja pasar la luz. Alguien puede añadir “De colores”, pero bueno, esa condición no es indispensable.
PREGUNTAS
- ¿Características que tiene que tener un santo/a?
- ¿Conozco alguno/a? ¿por qué sí o por qué no?
UN EJEMPLO A SEGUIR: “San Juan Pablo II”
- Vemos el video sobre la vida de S. Juan Pablo II, y de todo lo que realizó a lo largo de su vida.
- Comentario:
- ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención?
- ¿Qué significa Jesús en la vida de S. Juan Pablo II? ¿Y en la tuya?
- ¿En qué puedes imitar tú a S. Juan Pablo II?
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ORACIÓN
- Oración: “Creo en ti, Jesús”.
Creo en ti, Jesús,
amigo, compañero,
que caminas a mi lado
a lo largo de toda mi vida.
Creo en ti, Jesús,
y en tu mensaje,
en tus palabras de vida
y quiero aprender a cumplirlas.
Creo en ti, Jesús,
Dios bueno,
que me regalas la vida,
la familia, los amigos.
Creo en ti, Jesús,
y en la vida que entregaste
por amor a todos nosotros,
en la cruz.
Creo en ti, Jesús,
y en tu resurrección
sobre la muerte.
Creo que estás vivo
en medio de nosotros.
Creo en ti, Jesús,
y por eso te pido que cada día
aumentes mi fe,
mi esperanza y mi amor a los demás.
¡Que así sea, Señor!
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Evangelio: Mt 5, 1-12.
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentio, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
–«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»
- Reflexión: Jesús nos propone el camino de la felicidad a través de las Bienaventuranzas. Éstas nos invitan a tener unas actitudes en nuestro interior y en nuestro corazón, especialmente siendo sencillos, humildes, honestos y limpios de corazón con todos los que nos rodean. Estas actitudes nos ayudarán a ser constructores de la paz y así hacer un mundo mucho más justo.
- Gesto: Dibujamos en un trozo de papel continuo una silueta de un hombre santo y dentro de ellas escribimos lo que vamos a realizar para estar siempre cerca de Dios y así poder ser santos.
- Oración:
Tú estás con nosotros, Jesús.
Te encontramos en el amigo, en el hermano,
en la gente que nos quiere y que nos cuida.
En nuestros padres, en los maestros,
en todos los que hacen el bien.
Te encontramos todos los días
cuando vemos el amanecer,
y cuando cerramos los ojos al dormir.
Tú estás con nosotros,
porque estás presente en el mundo,
ayudando para que cada día haya más alegría,
más justicia y más esperanza.
Ayúdanos a descubrir tu presencia, Señor,
y que colaboremos para que
muchos más puedan descubrirte,
conocerte y ser felices.
¡Que así sea, Señor!
- Padre Nuestro.