SESIÓN 8 – TIEMPO ORDINARIO
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OBJETIVOS
- Creados para gloria de Dios, caminamos con Jesús hacia un mundo nuevo.
- Con la Virgen y los Santos estamos invitados a la fiesta que no tiene fin.
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DESARROLLO
PRIMER MOMENTO
- Oración en la Capilla.
SEGUNDO MOMENTO
- Leemos y explicamos a los niños el tema 44 del Catecismo Jesús es el Señor (páginas 132 y 133).
- DINÁMICA: Cualidades y defectos
- Les damos a los niños unas tiras de papel en el que cada uno escribirá cuáles son sus mejores cualidades y dones que tienen.
- Después mezclaremos todos y daremos a cada uno dos, da igual si le toca el suyo o no.
- Cada chico se pone detrás las dos tiras (como la pelea de pañuelos) y el juego consiste en coger a los demás sus valores y procurar que no te quiten ninguno de los que tú tienes.
- REFLEXIÓN: Vivir y obtener los valores y cualidades de cada uno cuesta esfuerzo.
- Quitarlos: Para obtener los valores que tienen los otros hemos tenido que buscarnos las mañas y la estrategia para obtenerlos. Así ocurre con la vida misma, tenemos que ser constantes en el esfuerzo para conseguirlos.
- Perderlos: Hemos tenido que defendernos y estar muy atentos para que ningún compañero nos los quite, los hemos protegido con todas nuestras fuerzas. Lo mismo ocurre con todas las cualidades, dones, valores que tenemos. Tenemos que defenderlos con todas nuestras propias fuerzas para no perderlos.
- Vemos los valores y cualidades que cada uno ha conseguido y comentamos cómo se han sentido y cuáles de todas las cualidades y valores de los que han aparecido o no les gustaría tener a cada uno.
- CUENTO: “Qué es un santo?
“Un día en un grupo de catequesis, la catequista preguntó a uno de los niños que estaba distraído:
- Danielito, ¿qué es un santo?
Danielito, se vio pillado por sorpresa y no sabía que responder; solo se le venían a la cabeza las imágenes de las vidrieras que adornaban la iglesia de la parroquia y donde aparecían muchos y diferentes santos. Pensando en esas vidrieras Danielito solo pudo balbucear:
- Un santo es una persona grande, frágil y que deja pasar la luz.
La catequista quedó admirada por la respuesta y felicitó a Danielito. Ciertamente eso es un santo. Una persona:
- grande: grande delante de Dios y delante de los hombres. Una persona que sabe hacer, de las cosas sencillas, cosas importantes. Una persona que sabe escuchar, que sabe servir, que sabe sonreír, que sabe consolar… Una persona normal pero que no quiere quedarse en la mediocridad, sino que quiere que su vida sea plenamente feliz.
- frágil: como las vidrieras de cristal los santos de verdad también son frágiles, se rompen. Son y se saben pecadores. Ser santo no significa que no caigan, que no pecan, que no se equivoquen… sino que significa que son capaces de reconocer su debilidad. No se fían de ellos mismos, sino que ponen toda su confianza en el amor misericordioso de Dios.
- dejan pasar la luz: un santo es alguien que lleva a Dios dentro y se nota. Dios se desborda por cada poro de su piel, por cada momento de su vida. El santo sabe que el importante no es él, sino Dios, y deja que Dios le pase, deja que Dios le traspase en su familia, en sus amigos, en su vida…”
Tenía razón Danielito. Un santo es una persona grande, frágil y que deja pasar la luz. Alguien puede añadir “De colores”, pero bueno, esa condición no es indispensable.
PREGUNTAS
- ¿Características que tiene que tener un santo/a?
- ¿Conozco alguno/a? ¿por qué sí o por qué no?
- Padre Nuestro.