Dice el Diccionario de la lengua española que la ascesis son reglas y prácticas encaminadas a la liberación del espíritu y el logro de la virtud. En el aspecto espiritual es importante porque quiere ayudarnos en nuestro camino de perfección, al que Jesús nos llama (cf. Mt 5, 48), para que cada día de nuestra vida podamos amar más a Dios. Es un primer paso que nos ayuda en esa escalada hacia Dios, para que en medio de nuestro día a día, tan ajetreado a veces, podamos ejercitar las virtudes y prácticas piadosas que nos permitan tener una vida más ordenada y disciplinada.
abnegación
Jesús es el camino
Jesucristo es el único camino que nos conduce a la felicidad que no tiene fin. Todas las demás apariencias de felicidad que nos ofrece el mundo son perecederas. Seguramente que en lo profundo de tu corazón está el deseo de querer encontrarte con el Señor, de tenerle siempre presente, de no olvidarte nunca de Él, de dar testimonio a los demás de lo importante que es para ti, de actuar siempre en su nombre, movido y motivado por el amor que en ti ha suscitado. Jesús es el camino, ha dejado bien claras sus huellas para que le puedas seguir, bien señaladas e imborrables, porque Jesucristo está vivo. Por desgracia, son muchas las ocasiones en las que no vemos con claridad al Señor Jesús, no le reconocemos caminando a nuestro lado, como les ocurrió a los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 11-34), aunque ardían sus corazones. Nuestra mirada se enturbia y se cansa por los desencantos, agobios, sufrimientos… de la vida, que hacen que miremos a otro lado y que pasemos de largo, porque no nos damos cuenta de que el Señor nos está llamando y quiere que nos paremos a descansar en su corazón lleno de amor.