Son muchas las malas noticias que nos hemos acostumbrado a escuchar en los medios de comunicación. Parece como si hubiésemos hecho callo y la información que recibimos sobre el sufrimiento humano, el desorden y el caos a través de la violencia o el abuso, la poca ética moral… ya ni nos conmueve ni inmuta. Nuestra sociedad e incluso nosotros mismos parece que nos hemos inmunizado y mientras no nos afecten los problemas de primera mano cada uno seguimos con nuestra vida.
actitud
Todo para Dios
Esperándote, así es como está Dios. Él no tiene prisa, el tiempo no le pasa volando como a nosotros. Ya sabes, más que de sobra, que las prisas nunca son buenas consejeras. El ritmo de vida que llevas, tantas cosas que hacer cada día, no te permiten pararte y encontrarte con quien sabes que te está esperando. Sabes de sobra que su paciencia no tiene límites. Dios te está hablando a través de todo lo que estás viviendo. Son muchas las cosas que deseas pedirle y decirle. Son muchas las intenciones que tienes reservadas para Él, porque pedirle por tus necesidades y la de las personas que quieres y aprecias, te ayudan a seguir confiando y caminando. Pero te encuentras con un obstáculo: no tienes tanto tiempo como te gustaría para estar con Él. Es necesario que cambies tu orden de prioridades, y que, en tu ritmo tan ajetreado de vida, sepas detenerte para estar con tu Dios, que te conoce muy bien y puede darte lo que necesites en cada momento.