¿Te cuesta ayunar? Hay ayunos y ayunos. Cuando estamos bien dispuestos y queremos conseguir algo, si implica tener que ayunar no nos cuesta trabajo porque lo hacemos con intención y sabemos que es para un bien que nos hemos propuesto. Además, lo hacemos con gusto y nos alegramos cuando vamos viendo el resultado, mucho más si es inmediato. Cuesta lo que no nos gusta o motiva. No podemos engañarnos en este sentido, por eso es importante concienciarse y actuar con determinación.
ayuno
Conviértete y cree en el Evangelio
“Conviértete y cree en el Evangelio” o “Polvo eres y en polvo te convertirás”. Son las palabras que hoy, Miércoles de Ceniza, resonarán en cada uno de los que nos acerquemos a recibir la ceniza. Comienza la Cuaresma y queremos convertir nuestras vidas al Señor, purificarnos y ser mejores cada día. Necesitamos recordar: recordar cada día las oportunidades que el Señor nos brinda para ser felices y que no aprovechamos; recordar que el Señor me ha regalado unos dones para que los comparta y haga felices a los demás; recordar que tengo un Dios que se preocupa por mi y que me quiere cuidar entregándome a Cristo en la Eucaristía como alimento de vida; recordar que tengo que cuidar mi oración para alimentar mi fe y ser un auténtico creyente, discípulo de Jesús; recordar que tengo que convertir mi vida en un canto de alabanza por tantas cosas buenas que el Señor me permite vivir; recordar mi fragilidad y que solo no puedo, que vengo de la tierra y a ella volveré, aunque a veces me crea imprescindible y autosuficiente; recordar que Dios siempre me pone signos de su amor a mi alrededor para que siga avanzando en mi camino cristiano haciendo realidad el Evangelio.
Tiempo de esperanza y alegría
Imitar a Cristo es un gran reto, parece inalcanzable, porque no somos perfectos y estamos llenos de pecado. Pensar y creer que es imposible es limitar nuestra fe y empobrecernos como creyentes, porque las metas y propósitos que nos propongamos deben ser lo más altas posibles. Quedarnos en una aspiración pequeña y en retos poco exigentes es debilitar nuestra propia fe, porque nuestra capacidad de exigencia se ve mermada y no avanzamos hacia la perfección, sino que seguimos retrocediendo en nuestras debilidades y haciéndonos más vulnerables, evitando así poder sumergirnos en la grandeza del Espíritu de Dios. El Señor te ha elegido a ti, te llama por tu nombre, conoce todo lo que llevas en tu interior, por eso es importante entregarse y amar a los demás, porque en la vida de fe, Dios siempre se presenta como nuestro Señor, que quiere ayudarnos en todo momento y dar sentido a nuestra a vida.
Reflexión sobre el ayuno
Quizás por la falta de costumbre o porque no lo tenemos bien metido en nuestros hábitos y costumbres de nuestra vida espiritual, el ayuno es un arma poderosa para luchar contra el mal y las duras tentaciones a las que nos somete el demonio. El ayuno es importante para la vida cristiana, porque es un ejercicio espiritual que nos lleva a la libertad, ya que rompe ataduras relacionadas con los apegos a la vida del mundo y nos libera de la opresión del pecado. El ayuno es un precepto establecido por Jesús que nos dice: «Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará» (Mt 6, 17-18). Qué importante es el sentido que queremos dar a nuestro ayuno, para obtener una madurez espiritual y que el Señor nos conceda también la gracia por la que ayunamos. Es una acción que ha de salir de nuestro corazón y que no debe saber nadie, más que Dios que ve lo escondido y conoce lo más recóndito de nuestro ser.
El ayuno en Cuaresma
Hemos comenzado la Cuaresma y deseo con mucho fervor que lo que te has propuesto para vivir durante estos 40 días, puedas llevarlo a la práctica en tu vida cotidiana. No empieces abandonante ya, acabamos de comenzar, y es momento de que te demuestres a ti mismo que puedes seguir los mismos pasos, la misma huella que hasta ahora has tenido presente en tu vida. Eres capaz de avanzar, no te rindas a la primera de cambio. Demuéstrate a ti mismo que puedes, que la Cuaresma merece la pena, porque es un tiempo especial para convertirte, para mejorar en todos los aspectos de tu vida en los que necesitas un cambio, un avance. Para entrar en la fiesta del Señor, de la Resurrección, primero hay que pasar por el ayuno, por una preparación especial que te ayude a saber el verdadero significado de la ascesis y de la renuncia.