«Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Díos, soy santo» (Lv 19, 2) y «sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5, 48). Estas dos frases, que distan mucho en el tiempo entre sí, son dichas por Dios Padre y Dios Hijo en la Biblia y son una invitación clara a buscar la santidad y la perfección en tu día a día, sin desfallecer ni en los esfuerzos ni en los intentos. Este camino de perfección y de santidad comienza por ser justos en todo con los demás y tener rectitud de conciencia a la hora de actuar, buscando siempre el bien del otro, incluso por encima del tuyo. Son muchas las invitaciones cotidianas para que pienses en ti mismo y no te compliques la vida por nadie. El ejemplo lo tenemos muy cerquita nuestra porque vivimos en un mundo globalizado, cosmopolita, con acceso fácil a toda la información del mundo en nuestra mano y cada vez las personas estamos más aisladas en nuestros entornos y en nuestras vidas particulares. La tecnología nos permite comunicarnos en tiempo real con cualquier parte del mundo y a la vez cada vez lo hacemos menos con los que más cerca estamos.
caridad
Preocuparse por los demás
Por norma general, todos nos preocupamos por las personas que nos importan y no queremos que les pase nada malo. Siempre estamos dispuestos a ayudarlas en lo que necesiten, y cuando sabemos que están pasando una mala racha o se encuentran enfermas, procuramos estar mucho más cercanos a ellas. Nos mueve siempre el amor para mostrar nuestro interés y darles ayuda y calor con nuestro cariño y cercanía. Da gusto sentirse arropado y con toda la familia a tu alrededor cuando hay un momento de dificultad, pues sentir siempre el apoyo de los tuyos y saber que puedes contar con ellos en todo momento, siempre es motivo de tranquilidad y de orgullo. También nos ocurre lo mismo con la amistad, los verdaderos amigos siempre están en lo bueno y en lo malo, y su cercanía siempre la deseamos y la necesitamos, pues son un apoyo para hablar, desahogarse, compartir… tantas vivencias y sentimientos que están a flor de piel y que al verbalizarlos nos hace sentir mucho mejor al desahogarnos.