Me decía el otro día un alumno en clase que estaba agobiado porque tenía muchos exámenes y que no le apetecía trabajar, dejándome entrever que estaba cansado y con poca motivación. Muchas personan se bloquean ante la presión, el agobio y la auto-exigencia cuando tienen mucho que hacer y sobre todo cuando dejamos todo para el final.
Cuando nos encontramos en situaciones así o parecidas nos proponemos con frecuencia que no nos va a volver a pasar, incluso nos enfadamos con nosotros mismos porque una vez más hemos vuelto a tropezar en la misma piedra. Y nos solemos decir con energía que es la última vez que nos ocurre, que ya está bien.
Es el momento de cambiar y de superarte. No te conformes con lo mínimo. Ten altas aspiraciones pues ya la vida misma se encarga de colocarnos en el lugar que nos merecemos y de bajarnos nuestras expectativas. Ilusiónate por lo que te parece inalcanzable para que tus metas sean altas y así puedas avanzar y crecer.