Siempre buscamos el amor, formar parte de un grupo, de una familia, de un entorno en el que nos sentimos protegidos, aceptados, felices, a gusto. De sobra sabemos que el ser humano nada más nacer tiene una dependencia total de sus semejantes, no sería capaz de sobrevivir por sí solo, y con mucho amor y cuidados crece feliz.