Dar un paso adelante es signo de compromiso, de determinación, de tener las ideas claras y saber lo que se pretende en la vida. Hay veces que cuesta, porque supone quedarse solo; tener que romper con una serie de comodidades de las que suele costar trabajo salir, porque nos hemos creado una forma de vida en la que nos sentimos más que acoplados, seguros y controladores de lo que tenemos entre manos. Hay veces que nos justificamos para no dar ese paso adelante diciendo que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, y nos resignamos a seguir haciendo las cosas como siempre con tal de no arriesgar, aunque lo que pudiese venir sea mejor de lo que tenemos.