«Es bueno darte gracias, Señor, y cantar a tu nombre; proclamar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad cada noche» (Sal 92, 2). Dios hace maravillas en nuestra vida y somos testigos de ello. Podemos constatar cómo es capaz de cambiar la vida de las personas y tocar su corazón. Y lo puede hacer a través tuyo, porque eres instrumento de Dios, capaz de llegar al corazón del que tienes al lado.Es una experiencia hermosa de fe y así lo ha querido el Señor Jesús, mandándonos a compartir la Buena Noticia y pidiéndole a los apóstoles y a nosotros, que la llevemos allá donde nos encontremos y hagamos grandes signos en su nombre. Si quieres llevar la Buena Noticia, no has de tener miedo a hablar de Dios en tu vida y a manifestar allá donde te encuentres tu fe en Él.Dios dice siempre algo al ser humano a través de cada acontecimiento y es bueno saber interpretarlo; la gracia de Dios y el discernimiento te ayudarán a ello, para que tu respuesta sea auténtica y puedas llegar al corazón del hermano.