Todos sabemos que si hay algo que no nos hace ningún bien es el orgullo. Una persona orgullosa tiene un concepto exagerado de sí mismo que le puede llegar a hacer caer en la soberbia. Las características negativas del orgullo nos lleva a tener un sentimiento excesivo de satisfacción sobre uno mismo y puede llegar a mostrar altivez, arrogancia, vanidad, soberbia y hasta desprecio hacia otras personas. Si por algo destacan las personas orgullosas son por ser envidiosas, autoritarias, críticas, arrogantes, rebeldes y con frecuencia suelen tratar mal a las personas, aunque por norma general suelen disfrazarse con caras afables, buenas palabras y maneras, un rostro sonriente… aunque en el fondo su pretensión está quedar por encima de los demás utilizando todas las argucias que están en su mano para llegar al fin que pretenden.