El tiempo perdido no vuelve. Cuántas veces dejamos que pase el tiempo, perdiendo muchas oportunidades de hacer grandes cosas; por comodidad o pereza solemos dejarnos llevar y desaprovechamos muchos momentos de demostrarnos a nosotros mismos que con fuerza de voluntad y tesón somos capaces de hacer grandes cosas y de superarnos enormemente, cambiando inercias y haciendo realidad proyectos e ilusiones que parecen irrealizables en nuestra vida.