Dios siempre tiene algo nuevo que ofrecernos. Nos habla cada día para que en nuestra vida de fe no desfallezcamos, no nos perdamos ante lo que el mundo nos oferta. Son muchos los caminos que podemos tomar, pues la sociedad nos bombardea a cada momento para que la elijamos a ella y nos sumerjamos en su mundo, lleno de consumo, individualismo, falta de amor al prójimo, comodidades y facilidades. A la sociedad le interesa que no pensemos, que no tengamos momentos de reflexión para que así evitemos pensar y recapacitar sobre lo que estamos viviendo y nos está diciendo, pues bien sabe que lo más le favorece es que tengamos nuestra conciencia adormecida y no pongamos ningún filtro que nos haga tomar otro camino distinto al que nos propone. El único filtro que nos deja utilizar es el de las fotografías y vídeos, para que podamos vernos mejor en aquello que compartimos en las redes y así nos sintamos verdaderamente bellos, dejando a un lado la belleza del alma, que nos permite tomar conciencia de lo que estamos haciendo.