Siempre hay personas a nuestro lado que se dedican a hacer cosas por los demás sin parar; están dispuestas para todo lo que haga falta, capaces de compartir lo poco o mucho que tienen, no importa, parece que tienen las manos rotas. Tienen tiempo para todo y para todos, y hay veces que viéndolas actuar piensas de dónde lo sacan para hacer tanto y tan bien. Estas personas son necesarias en nuestro mundo, porque son las encargadas de aunar y de sembrar, de preocuparse por todos los que le rodean, procurando que todos se encuentren lo mejor posible y ayudando en todo momento en lo que está en su mano. Son personas fieles a su misión, pues la han entendido perfectamente y la viven con fidelidad. Tienen el don de saber escuchar y de percibir cómo se siente el otro, sabiendo encontrar palabras oportunas que serenan y animan, que te hacen sentir tranquilo y seguro, pues sabes que estando ellas a tu lado nada debes temer, pues, aunque haya un problema, van a estar a tu lado para encontrar una solución y desbloquear la situación que tanto puede llegar a agobiar.